A veces la tristeza llega sin avisar. No sabemos muy bien cómo, ni por qué, pero de pronto sentimos que nos acompaña a todas partes. Es una presencia molesta, asfixiante, que tratamos de evitar a toda costa. Incluso intentamos esconderla en el armario o debajo de la alfombra. Pero quizá, la mejor forma de afrontar la tristeza sea mirarla frente a frente, escucharla, comprenderla y abrazarla hasta que se desvanezca.Eva Eland ha compuesto un precioso álbum de estilo minimalista que nos invita a dialogar con los más pequeños sobre cómo gestionar la tristeza.«Un cuento que me ha robado el corazón». Macarena Cordero: El fieltro de Roma.
A veces la tristeza llega sin avisar. No sabemos muy bien cómo, ni por qué, pero de pronto sentimos que nos acompaña a todas partes. Es una presencia molesta, asfixiante, que tratamos de evitar a toda costa. Incluso intentamos esconderla en el armario o debajo de la alfombra. Pero quizá, la mejor forma de afrontar la tristeza sea mirarla frente a frente, escucharla, comprenderla y abrazarla hasta que se desvanezca.
Eva Eland ha compuesto un precioso álbum de estilo minimalista que nos invita a dialogar con los más pequeños sobre cómo gestionar la tristeza.
«Un cuento que me ha robado el corazón». Macarena Cordero: El fieltro de Roma.
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