El concepto de «yo saturado» fue desarrollado por Kenneth J. Gergen en su libro del mismo título. Se refiere a la expansión dramática del abanico de relaciones (reales, virtuales e imaginarias) en las que el individuo se ve cada vez más inmerso. Esta expansión se atribuye en gran medida a la acumulación de tecnologías de la comunicación del siglo XX, como la radio, la televisión, Internet y los teléfonos móviles (entre otras). La transformación resultante en la vida cotidiana incluye una ampliación y complejización del repertorio de «formas de ser» del individuo (por ejemplo, actitudes, valores, opiniones, moralidades, estilos de relación), una combinación de los criterios de evaluación aplicados al yo, una expansión infinita de oportunidades y un mar creciente de obligaciones. En términos de Gergen, uno se vuelve «multifrénico». Como orientación general de la vida, la ampliación del abanico de realidades, razones y moralidades a las que uno está expuesto conduce a una conciencia de construcción. Cada vez se sospecha más de las afirmaciones tradicionales sobre la verdad, la objetividad y la razón. A nivel interpersonal, la condición de saturación conduce a una pérdida de autenticidad y a una disminución del tiempo y la atención dedicados a cualquier relación en particular. El resultado es una pérdida de intensidad emocional y compromiso duraderos.
El concepto de «yo saturado» fue desarrollado por Kenneth J. Gergen en su libro del mismo título. Se refiere a la expansión dramática del abanico de relaciones (reales, virtuales e imaginarias) en las que el individuo se ve cada vez más inmerso. Esta expansión se atribuye en gran medida a la acumulación de tecnologías de la comunicación del siglo XX, como la radio, la televisión, Internet y los teléfonos móviles (entre otras). La transformación resultante en la vida cotidiana incluye una ampliación y complejización del repertorio de «formas de ser» del individuo (por ejemplo, actitudes, valores, opiniones, moralidades, estilos de relación), una combinación de los criterios de evaluación aplicados al yo, una expansión infinita de oportunidades y un mar creciente de obligaciones. En términos de Gergen, uno se vuelve «multifrénico». Como orientación general de la vida, la ampliación del abanico de realidades, razones y moralidades a las que uno está expuesto conduce a una conciencia de construcción. Cada vez se sospecha más de las afirmaciones tradicionales sobre la verdad, la objetividad y la razón. A nivel interpersonal, la condición de saturación conduce a una pérdida de autenticidad y a una disminución del tiempo y la atención dedicados a cualquier relación en particular. El resultado es una pérdida de intensidad emocional y compromiso duraderos.
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